Analistas de Sistemas vs. Programadores

Muchas veces se da una discusión infructuosa entre diferentes actores, algunas veces alumnos, otras docentes e incluso empelados y jefes en diferentes empresas. La misma se basa en si es mejor formar y/o contratar Analistas de Sistemas o Programadores. La realizad nos indica que según el ámbito en el que se desenvuelvan esta dicotomía no existe.
En una gran empresa, en los grandes centros, en donde es posible desarrollar la profesión esto está resuelto ya que la especialización es un hecho y en definitiva habrá lugar para ambos perfiles e incluso muchos otros más.
En empresas más chicas o más alejadas de los “grandes centros” la cosa cambia, hacen falta Analistas de Sistemas y Programadores pero muchas veces no alcanza el presupuesto para contratar a dos personas. ¿Cómo se resuelve esto? En verdad no es fácil, desde hace mucho tiempo, distintas academias y cursitos han resuelto el tema apelando a un truco, la creación del Analista Programador cosa que las casas de estudio serias han venido resistiendo.
Y que viene a ser un Analista Programador: ¿un analista que programa? o ¿un programador que analiza? La verdad es que no queda muy claro. Si se estudia en profundidad lo que se aprende es esos lugares se ves que es algo asó como un Operador de PC con conocimientos formales de Programación al que se le da el nombre de Analista dando a entender que esto brinda más status. No se bien de donde sale esa idea de status ya que en el nivel salarial no siempre se refleja así.
Para reflejar el status imaginario en el status salarial juegan otros factores, entre ellos la experiencia laboral, la envergadura de los proyectos en los que se ha participado y un poco la capacidad de elegir las herramientas y las tecnologías en las cuales perfeccionarse (a esto último algunos le llaman suerte pero no lo es).
En las instituciones académicas, a las que yo llamo serias, en general, no se ha recurrido a atraer alumnos modificando en nombre del título, si bien es cierto que la realidad de hoy nos enfrenta con una disminución de la matrícula.
En ellas se está apostando a otras estrategias que, al menos yo, considero más de fondo.
En primer lugar se trata de llegar al público correcto a través del acercamiento a las escuelas medias con orientación específica para hacer conocer nuestra oferta académica.
Como segundo punto se están agiornando continuamente temáticas y contenidos como así también las prácticas profesionalizantes sobre la base de lo que pide el mercado pero sin perder de vistas aquellos saberes de base que le permitan a los futuros profesionales tener herramientas para seguir creciendo.
Por último se trata de acercar a alumnos y empresas con estrategias claras como pasantías o la articulación de una bolsa de trabajo para facilitar su inserción laboral.
Consideramos que esta estrategia es la más adecuada y la más íntegra. La observación y el seguimiento del desempeño profesional de muchos de nuestros egresados así lo indican.